Las quemaduras caseras son accidentes en casa, al tener la piel contacto directo con superficies u objetos muy calientes, dañándose la epodermis, capa externa de la piel, en diferentes niveles de gravedad. 

El tratamiento depende del tipo de quemadura, tamaño de la misma y causante de la quemadura. 

Si la piel afectada es de tamaño mediano o pequeño, se enrojece un poco, no se ampolla y solo provoca un ligero ardor, entonces es una quemadura leve. Si se ampolla y duele demasiado es de segundo grado, pero si sangra, tiene herida abierta, entonces estamos ya ante un caso grave que requiere ayuda profesional inmediata.

Las quemaduras leves las podemos tratar en casa, siempre protegiendo el área afectada para evitar que se infecte o tenga alguna complicación.

El tomate tiene muchos componentes que ayudan al equilibrio celular por ello ayuda a regenerar la piel. 

Ingredientes

  • 2 cucharadas de jugo de tomate crudo
  • 1 pizca de bicarbonato

Preparación

Poner a helar el jugo del tomate obtenido con una licuadora o extractor, aplicarle una pizca de bicarbonato.

Aplicación

Aplicar directamente sobre la zona afectada y dejarla actuar por varias horas. Enjiagar con agua limpia sin jabón.

Observaciones

Debido a que no se sabe cuando ocurriran los accidentes caseros y como el resultado con esta preparación se da mejor con el tomate helado, es mejor tener el tomate licuado ya listo en el refrigerador en un envase de vidrio tapado herméticamente y agregarle el bicarbonato justo antes de aplicar sobre la quemadura. Renovar esta preparación una vez por semana (se puede usar en las comidas).

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